Se trata de un herbicida, que se utiliza principalmente en el maíz y el girasol. En un principio la autorización para la comercialización de este producto se había prorrogado hasta el 15 de noviembre de 2024, con el objeto de poder finalizar el proceso de renovación.
No obstante, La Unión Europea ha preferido no renovar dicha autorización y, como esta decisión se ha tomado “antes de que expire el período de prórroga, el reglamento se aplicará antes de esa fecha”, según resalta la Comisión Europea.
De esta forma, el uso del S-metolacloro quedará prohibido en la Unión Europea tres meses después de la fecha de entrada en vigor del reglamento y el período de gracia que pueden conceder los Estados miembros terminará, a más tardar, 6 meses después de la fecha de entrada en vigor.
Previamente, en un dictamen publicado en febrero, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) ya propuso que no se renovara la autorización a este herbicida a causa de las intranquilidades por su impacto en el medio ambiente, especialmente, por la contaminación de aguas subterráneas y riesgo para los mamíferos herbívoros.
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