Tras la propuesta de la Comisión Europea para rebajar el presupuesto de la PAC 2021 un 11%, el sector agroalimentario, que ya estaba revindicando cambios, ha estallado.
Ante esta situación, España, Francia y Portugal han suscrito una declaración conjunta en la que defienden una Política Agraria Común (PAC) que proporcione, por lo menos, el mismo apoyo a los agricultores que el actual. Petición que claramente difiere con la última propuesta de negociar el presupuesto común para los próximos siete años, que plantea un recorte del 14% con respecto a la aportación de los Veintisiete en el ejercicio actual, y del 12% en los fondos de Cohesión.
Así lo han resaltado, los tres países vecinos, tras una cumbre trilateral en Madrid. Donde, Juan González-Barba, secretario de Estado para la Unión Europea, se ha reunido con su homóloga Francesa, Amélie de Montchalin, y portuguesa, Ana Paula Zacarias, con el objeto de preparar las próximas citas europeas, empezando por el Consejo Extraordinario de la UE, que comenzará este jueves para abordar el Marco Financiero Plurianual (MFF) y que es clave para el futuro agrario español.
En dicho encuentro, la PAC será el centro del debate de cara a fijar el presupuesto de la UE, y se prevén unas negociaciones muy complicadas por los diferentes intereses entre países como España o Francia, que se benefician de los fondos regionales y agrícolas, y Alemania o Países Bajos, que llevan tiempo deseando recortar a dichos fondos.
En este sentido, tanto España, Francia y Portugal han resaltado la importancia de la política de cohesión, «que debe estar dotada de los medios que le permitan continuar asegurando la convergencia en Europa», y de la PAC, «que debe prestar al menos el mismo apoyo a los agricultores que a día de hoy».
Además, durante las negociaciones, los 3 países, defenderán también las características especiales de las regiones ultraperiféricas en las futuras políticas de cohesión agrícola y de asuntos marítimos, «incluso en cuanto a intensidad de financiación», según han relatado.
De esta forma, indican que el acuerdo sobre el presupuesto para los próximos siete años «deberá garantizar un equilibrio sobre las políticas históricas en su conjunto» y deberá contribuir a la transición ecológica, «dedicando una parte más ambiciosa de los gastos a la acción climática, e incluyendo un objetivo dedicado a la protección del clima y de la biodiversidad».
«La transición hacia una Europa verde tiene que ser, ciertamente, una transición justa, que no deje a nadie de lado, y que tenga en cuenta los esfuerzos que ya han realizado los Estados comprometidos en la transición ecológica. Tendremos que ser coherentes», defienden.
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